Definición del procedimiento metodológico y características del método.
¿Qué es un proceso metodológico?
Se define como un conjunto organizado y sistemático de
acciones que orientan el comportamiento de los individuos con el objetivo de alcanzar
resultados específicos y generar producción científica.
Metodología
methodos (camino a seguir) logos (estudio o tratado)
Un proceso metodológico constituye un enfoque estructurado y
reflexivo para abordar problemas, realizar investigaciones y alcanzar metas específicas en
diversas disciplinas, que abarcan desde las ciencias sociales hasta las ciencias naturales.
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| Proceso Metodológico. |
El método en Trabajo Social individualizado
La aplicación de un procedimiento metodológico implica una secuencia ordenada de
acciones, lo que ha transformado la práctica profesional en una actividad reflexiva y
racional. Este enfoque orientado hacia objetivos concretos demanda una planificación
cuidadosa y un seguimiento meticuloso, asegurando que cada intervención se realice de
manera efectiva y adaptada a las necesidades del usuario
fundamentales, tales como el respeto a la diversidad cultural, la promoción de la justicia
social y el empoderamiento de los individuos y comunidades. El método en el Trabajo Social
individualizado debe incorporar estos principios en su aplicación práctica, garantizando que
las intervenciones no solo sean efectivas, sino también justas y equitativas.
Características del Trabajo Social con Casos
Flexibilidad: El método debe ser capaz de adaptarse a los cambios rápidos y complejos en la sociedad sin perder su solidez. Aunque estructurado por fases, debe ser aplicable independientemente del contexto histórico, político, económico y social.
Interdependencia: Reconoce la naturaleza sinérgica de las problemáticas sociales,
entendiendo que rara vez un problema se presenta de forma aislada. El método debe
desvelar e integrar las complejas interrelaciones que conforman estas problemáticas.
Adaptabilidad: Debe ser aplicable a una amplia variedad de casos individuales,
independientemente de la naturaleza de la problemática o la experiencia del usuario.
Racionalidad: La secuencia de fases metodológicas permite un análisis riguroso
del caso, lo que implica una reflexión profunda sobre la situación, el pronóstico, las
acciones y los objetivos.
Estructura: Se divide en fases cronológicas concatenadas que organizan y
aseguran el éxito profesional durante la intervención.
Dinamismo y recursividad: Se puede aplicar repetidamente a lo largo de un caso,
siendo dinámico y cíclico. Las evaluaciones periódicas permiten ajustes y generan
aprendizaje continuo.
Estrategia: Organiza acciones y tareas en el tiempo para alcanzar metas
predefinidas.
Participación: Facilita la colaboración del trabajador social, el usuario y otros
profesionales interdisciplinarios, según sea necesario.
Reutilización: Se puede aplicar tantas veces como sea necesario durante el
desarrollo de un caso.
Simplicidad: Debería ser accesible para la mayoría de trabajadores sociales,
evitando complicaciones innecesarias y permitiendo su automatización con la práctica.
La investigación en el Trabajo Social Individualizado
La investigación en el Trabajo Social Individualizada se basa en un diálogo reflexivo entre el trabajador social y el usuario, permitiendo una comprensión profunda de las situaciones enfrentadas y la construcción de una relación cercana que puede modificar la realidad social.
En los escenarios profesionales las problemáticas que plantean las personas, serán abordadas de manera integral, con una metodología de intervención precisa, en la que el usuario será el objeto de la intervención y los cambios a realizar, los objetivos a conseguir.
La investigación en el Trabajo Social tiene varias características clave.
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